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En esta época en la que todos andamos “rebuscándonos” ya es casi automático que la palabra emprender se asocie a negocio, pero este no en este caso este no es el foco sino valorar como una emoción puede construir o destruir todo lo que nos propongamos

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Emprender es una palabra que escuchamos repetir casi a diario, todos queremos ser emprendedores, aún en momentos de crisis escuchamos a alguien que dice “quiero montar mi propio negocio”,  en muchos portales probablemente faciliten las herramientas, técnicas y recursos  para emprender, pero pretendo que tengamos claros que es genial que queramos pensar en una idea como esa pero  para llegar a ese punto primero debemos EMPRENDER EN EL YO, en nuestro ser, donde está concentrado todo lo que somos.

No podemos crear un edificio sin bases sólidas, porque de ser así es evidente que más tarde o más temprano acabará derrumbándose por completo, con esto no me refiero al capital monetario sino a nuestro capital emocional y mental.

Surgen incontables sentimientos y más si estamos pasando por dificultades en nuestro entorno DESESPERACIÓN, ANSIEDAD, EMOCIÓN, TEMOR, INSEGURIDAD O EXCESO DE CONFIANZA y quizás, como ya dije, millones de sentimientos abordando un barco que está al mando de un capitán que poco sabe de marina ¿Es posible entonces navegar con tranquilidad?

Escucho a diario decir “No sé dónde empezar si en aquí en Venezuela,  Panamá, Miami, Ecuador,  Perú, y etc” es claro que debemos definir ciertas cosas a la hora de empezarnos a enfocar en realizar un esfuerzo para obtener el fin que nos proponemos que es por definición EMPRENDER  y entre esas cosas obviamente se encuentra decidir dónde lo haremos, pero antes de llegar al proceso decisorio es vital prepararnos lo suficiente y conocer nuestro territorio personal y mental para llegar a ese y todos los puntos.

1.- Debemos contactarnos con la realidad y realmente empezar a identificar lo que es factible y lo que no con total sinceridad.

2.- Tragarnos todo el conocimiento que arrope a nuestra idea, no es suficiente con idealizar debemos adiestrarnos para competir con éxito.

3.- El CAPITAL HUMANO es un recurso que administrado con preparación y disposición nos puede generar la estabilidad indispensable para emprender cualquier proyecto

4.- Cuando emprendemos comenzamos a incrementar nuestras relaciones o  alianzas que pueden venirse abajo con el mal manejo de una emoción y más cuando el comportamiento es repetitivo.

5.- Identifiquemos cuáles son esas actitudes negativas que estamos asumiendo y proyectando para interioricemos mensajes puntuales que a diario nos repitamos y que si le sumamos unos gramos de fuerza de voluntad  nos ayuden no a cambiar sino a mejorar la manera en que estamos manejando las situaciones y como las estamos tomando.

La vulnerabilidad y volatilidad emocional va esparciendo un pequeño caos en todos los entornos en los que nos encontramos, generando situaciones  inestables que fueron quebradas a ese punto casi por totalidad en las que nunca se invirtió la emocionalidad necesaria para hacer productivo nuestro propio interior.

Sin ahondar más en el tema pero con la pequeña reflexión de que sumemos fuerza emocional productiva, cierro este artículo.